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La intolerancia a la lactosa en niños es bastante común. En ocasiones, se produce de manera temporal a causa de una infección viral que afecta a la mucosa de los intestinos o como consecuencia de alguna afección inflamatoria. Sabemos que puede ser un tema difícil de llevar para los más peques, por eso, en Kaiku Sin Lactosa queremos darte toda la información que necesitas.
Al igual que sucede con los adultos, la intolerancia a la lactosa en niños aparece cuando el cuerpo no fabrica la enzima lactasa o lo hace en una cantidad insuficiente. Por esta razón la lactosa no se digiere de manera correcta, generando síntomas incómodos como dolor abdominal, gases y/o diarrea al poco tiempo de ingerir alimentos lácteos.
En los niños, puede suceder que los síntomas sean graves, teniendo que eliminar por completo este tipo de productos, mientras que en casos más leves solo deben reducir la cantidad que consumen.
La intolerancia a la lactosa en niños y adultos no es una afección grave. Se puede controlar y aliviar realizando algunos cambios en la dieta, como la incorporación de lácteos sin lactosa. De esta manera se asegura que el niño o la niña absorba todo el calcio y los nutrientes que necesita para su desarrollo. De hecho, se puede usar la leche o la nata sin lactosa para preparar todo tipo de bizcochos y postres deliciosos, al igual que con la leche común.
En general, si se sospecha que un niño padece esta afección se suele comenzar por suspender los lácteos y comprobar cómo reacciona. También el pediatra puede pedir que se realicen algunas pruebas para determinar si hay intolerancia. Es importante destacar que esta afección es diferente a la alergia a la leche que tiene otros síntomas y consecuencias.
En el caso de la intolerancia a la lactosa en niños es importante que los padres expliquen a los responsables del colegio las necesidades alimenticias de sus hijos y se aseguren así de que, tanto los profesores como los cuidadores sepan que alimentos deben evitar. Esto es especialmente importante cuando los alumnos consumen el menú del comedor escolar y no llevan la comida preparada en casa.
La Ley de Seguridad Alimentaria obliga a que los menús escolares estén supervisados por profesionales acreditados en el área de nutrición y dietética. Esto es para cerciorarse de que cada comida contenga los nutrientes necesarios. Pero además, esta norma contempla que se elaboren menús adaptados cuando los niños presenten algún tipo de alergia e intolerancia a algunos alimentos. Sin embargo, solo establece la obligación de menús alternativos cuando el niño o niña son celíacos.
En el caso de que un niño o niña tenga intolerancia a la lactosa y deba comer cada día en el colegio es necesario que los padres adviertan a los responsables del colegio de esta circunstancia y aporten un listado de los alimentos que deben evitarse en la elaboración de los menús para sus hijos.
Aunque la intolerancia a la lactosa en niños no es un problema grave, es fundamental tomar cartas en el asunto. Ya sea en el colegio o con sus amigos, es importante que los adultos con los que se relacionan conozcan la situación y ayuden a los niños a vivir con naturalidad el hecho de no poder consumir algunos alimentos. Pero esto no debe suponer renunciar a tomar lo que les gustan, sino todo lo contrario, porque afortunadamente existe una gran variedad de productos lácteos sin lactosa que pueden disfrutar en su dieta diaria.
Si la actitud de los adultos es positiva y previsora, todo será más sencillo y natural. Es importante transmitir a los niños y niñas como cuidarse a sí mismos evitando los alimentos que su organismo no puede digerir de forma adecuada, pero lo es, todavía más si cabe, que sepan que no tienen por qué renunciar a todas esas recetas que les encantan porque hay alternativas para, prácticamente, todo.