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La lactosa es el azúcar de la leche y como tal es un hidrato de carbono. Para digerirla correctamente debe ser hidrolizada, descompuesta, en dos moléculas más pequeñas, glucosa y galactosa, que también son azúcares. La mayoría de las marcas de leche sin lactosa lo que hacen es añadir a la leche una molécula, lactasa, que descompone el azúcar de la leche en esas dos moléculas más simples antes de que la ingiramos y así llegue hidrolizada a nuestro sistema digestivo pero no cambia la cantidad de azúcares total en la composición y, por tanto, tienen la misma cantidad de hidratos de carbono que la leche sin tratar.
Se estima que más del 75% de la población es intolerante a la lactosa, es decir, el azúcar natural de la leche y el carbohidrato más importante de la leche que se compone de glucosa y galactosa. La intolerancia a la lactosa es una afección intestinal que dificulta la correcta absorción de la lactosa pudiendo provocar digestiones pesadas. Las personas que son intolerantes a la lactosa no son capaces de digerirla porque carecen de la enzima lactasa. Como decíamos, esa es la que ayuda a desglosar la lactosa en azúcares más sencillos que sí son digeribles.
Los hidratos de carbono de la leche no son negativos, de hecho son quienes ayudan a la absorción de calcio y aportan la mayor parte de la energía del vaso de leche. La leche de Kaiku Sin Lactosa contiene hidratos de carbono pero su receta evita los problemas digestivos que afectan a quien padece intolerancia a la lactosa, como son la diarrea, la hinchazón o los gases. Con la leche sin lactosa conseguimos mantener las propiedades de esos hidratos, sin aumentar el valor calórico, para que tanto intolerantes como toda persona que desee sentirse más ligera, pueda aprovechar todos los beneficios de la leche sin problemas de digestión.
En Kaiku Sin Lactosa, además de ofrecer toda la gama de productos a partir de leche de producción sostenible, enriquecemos nuestra receta con vitaminas, elevando el carácter nutricional de le leche convencional y aportando beneficios extra a cada vaso. Por lo tanto, con cada trago estás sumando vitaminas A, D, E y ácido fólico a tu cuerpo de forma ligera pero con el sabor natural.