LO MÁS VISTO
El mes de Diciembre está a punto de comenzar y con él llegan las fechas en las que se celebran innumerables comidas y cenas de Navidad por toda España. Celebraciones de empresa, reuniones de amigos, comidas de asociaciones culturales, de compañeros de clases e incluso del gimnasio. Sinónimo de indigestión y resacas en más de una ocasión.
En la mayor parte de los casos, al tratarse de banquetes de grupos más o menos grandes se contrata un menú cerrado e igual para todos los comensales. En ese punto a aquellos que no podemos tomar ciertos alimentos se nos pueden presentar ciertas dificultades si no queremos que nuestro organismo sufra las consecuencias de unas recetas que no están adaptadas a nuestras circunstancias. Sin embargo, si se toman medidas con antelación no habrá necesidad de preocuparse porque alguno de los platos que nos sirvan pueda hacernos pasar un mal rato porque lleve lactosa en su composición.
Lo primero que debemos hacer cuando somos invitados a una celebración de este tipo es pedir que nos comuniquen cual es el menú que se ha concertado con el restaurante. Así podremos revisar si algunos de los platos es susceptible de contener lactosa en alguno de sus ingredientes.
Si sospechamos que en el repertorio elegido alguna de las recetas nos podría sentar mal, le pediremos al organizador que nos permita ponernos en contacto con el lugar elegido para el banquete. Los responsables del restaurante agradecerán que solicitemos con antelación los cambios necesarios en la lista de platos pues de esta manera podrán atendernos de la mejor manera posible.
En la mayor parte de los establecimientos hosteleros podemos tomar diferentes comidas sin lactosa si tenemos cuidado de advertirles que no sólo los lácteos llevan este azúcar que nos sienta mal. Recuerda que no todo el mundo conoce ese dato y si no se lo comentamos, aunque quieran ayudarnos, no podrán hacerlo. Postres fáciles para Navidad, pero también seguros.
Para finalizar, una vez que nos hemos asegurado que todo será apto para nosotros solo queda ponernos guapos y disfrutar de la fiesta (con moderación, que el alcohol también provoca efectos indeseados a la mañana siguiente)
