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Muchos de nosotros tenemos la tendencia de congelarlo todo, incluso los lácteos, pero aquí vas a descubrir si se puede congelar la leche, durante cuánto tiempo se puede congelar la leche sin que se ponga mala y cómo hacerlo para que no pierda sus propiedades.
Sí, se puede congelar la leche en la mayoría de casos sin problemas. Aunque habrá algunas diferencias dependiendo si se trata de leche de supermercado como la leche sin lactosa de Kaiku Sin Lactosa, o si lo que pretendes es congelar leche materna, o productos frescos por ejemplo.
La leche que compramos está libre de patógenos, porque se somete a procesos que eliminan todos los gérmenes. Congelar esta leche es sencillo y se puede hacer siempre que no haya pasado su fecha de caducidad. Congelar leche fresca es posible, pero tiene algunos trucos que debes seguir para que en el proceso aguante bien, igual que cuando quieres congelar lácteos frescos de otro tipo, como el kéfir o el yogur.
Si tienes un cartón de leche que no vas a consumir próximamente y no quieres que se eche a perder, meterlo al congelador es una buena opción. Antes de hacerlo debes saber dónde se encuentran los límites para que el producto se mantenga bien durante el tiempo que esté congelado.
La leche de vaca se puede congelar sin alterar prácticamente sus propiedades. Lo ideal es no introducirla en el mismo envase que viene, a no ser que este sea de plástico. Lo mejor es pasar el líquido a una botella limpia o a bolsas especiales para congelar la leche. De esta forma, la leche puede estar hasta 6 meses congelada sin ningún problema, aunque lo ideal es consumirla en un plazo de un mes para aprovechar al máximo sus beneficios.
La clave de la cuestión llega al descongelar la leche. ¿Te suena la cadena del frío? Pues es importante que no se rompa. Para ello cuando quieras descongelar leche, no la saques directamente a temperatura ambiente. Pásala del cajón del congelador a la nevera y asegúrate de que se descongela progresivamente dentro de ella para que el calorcito no active de golpe todas las bacterias y microorganismos del producto.
Si no tienes tiempo y quieres emplear la leche congelada para cocinar, podrás pasarla directamente a una olla donde calentarla. Solo en ese caso se puede descongelar la leche de golpe, ya que el rápido cambio de temperatura va a impedir que se formen las bacterias que la estropearían.
La leche fresca, es decir, sin pasteurizar, dura menos de lo que nos gustaría sin que se agrie. Congelar la leche fresca es posible y solo requiere de estar atento a un par de detalles.
¿Cómo congelar la leche fresca para que no se estropee? Tanto la leche cruda como la pasteurizada se pueden congelar, ya que no daña su perfil nutricional ni destruye las enzimas y probióticos en el caso de los productos lácteos crudos. En el caso de la fresca, también debes recurrir a un envase que pueda aguantar las bajas temperaturas del congelado.
El segundo paso es asegurarte que ese recipiente esté bien cerrado, porque para congelar la leche fresca deberás agitarlo varias veces antes de guardarlo en el congelador. Agitar va a hacer que se distribuya uniformemente la crema y no se pierdan beneficios en el proceso. Mezcla bien antes de meterla en frío, y repite en un par de ocasiones hasta que se congele la leche por completo.
Cuando la descongeles, debes seguir el mismo proceso que hemos descrito antes. Es importante que no se rompa la cadena del frío. Una vez descongelada la leche fresca, debes saber que la crema puede adquirir una textura diferente a cuando la introdujiste en su momento. Esto no afecta a nivel nutricional, pero es algo que debes tener en cuenta porque puede alterar minimamente el producto.
La leche materna es esencial para el bebé, también cuando la madre no puede dársela. Por eso, congelar y tener a mano es una buena opción que permitirá a la mamá y al bebé ser más independientes el uno del otro.
Se puede congelar leche materna pero en este caso más que nunca es importante la higiene. Debes mantener en perfecto estado de revista tanto el sacaleches como el recipiente que vas a emplear para almacenarla. Lo ideal para congelar leche materna es pasarla a biberones para leche de bebé limpios aptos para congelador. También puedes guardarla en bolsas de almacenamiento fabricadas con materiales que no contengan BPA (bisfenol A). El BPA es un producto químico que antes se utilizaba en los recipientes y revestimientos de plástico, y que muchos fabricantes están retirando debido a sus dudosos efectos a largo plazo.
No repitas el proceso bajo ningún concepto. Sí debes saber que la leche recién extraída es mejor que la leche refrigerada, y de la misma forma, la refrigerada es mejor que la congelada. Esto sucede porque conforme es más reciente, está más llena de vitaminas y nutrientes. El máximo que deberías congelar la leche materna son 6 meses, aunque puede extenderse hasta los 9 meses en casos muy determinados.
Ahora que ya sabes que se puede congelar la leche, quizá te interese saber qué pasa con otros lácteos.
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