LO MÁS VISTO
Hay postres para todos los gustos: caseros, tradicionales, festivos, etc. Pero si hay uno que nunca falla es nuestra tarta de queso sin lactosa. Cremosa, suave, y crujiente, se nos hace la boca agua. Es famosa desde Estados Unidos hasta Japón y, por supuesto, ha hecho parada en España y de aquí no la hemos dejado escapar.
Hoy, en Kaiku Sin Lactosa te traemos una receta de tarta de queso sin lactosa que hemos ido perfeccionando hasta dar con el punto perfecto.
Te damos todos los trucos e indicaciones para que tu tarta de queso te quede de 10. A pesar de que hay muchas versiones, a nosotros nos gustan los clásicos, porque a partir de ellos nos podemos poner creativos y empezar a jugar con técnicas y sabores.
Eso sí, lleva algo de tiempo y tiene su truco, así que lo mejor será que te reserves una mañana o una tarde entera para preparar esta delicia. Dicho esto, ¿empezamos?
Enciende el horno a 170o C. Tritura las galletas en un procesador de alimentos y añade la mantequilla derretida, la canela, la cucharada de azúcar y la pizca de sal. Después utiliza tus manos para extender la mezcla en un molde circular desmontable, previamente untado con aceite. Presiona muy bien para compactar en el fondo, lleva al horno durante 15 minutos y una vez fuera deja que repose.
Coloca el queso de cabra en un bol grande y bate a velocidad media unos 5 minutos hasta que quede sedoso, para luego añadir el azúcar poco a poco, sin dejar de mezclar. Añade uno a uno los huevos, el yogur y la crema de leche, batiendo entre un ingrediente y el otro. Termina con la pizca de sal y la vainilla, y vierte la mezcla sobre la base de galletas en el molde.
Coloca el molde dentro de una bandeja amplia y honda. Llévalo al horno y, una vez allí, rellena la bandeja con agua, cuidando que no toque la mezcla. Cocina unos 40 minutos, apaga y deja reposar dentro del horno, con la puerta entreabierta una hora más. Después mételo en el frigorífico un par de horas.
Coloca la fruta lavada y picada en una cacerola junto al azúcar, el zumo de limón y el agua, y llévala a fuego alto removiendo hasta que hierva. Baja el fuego, añade la maicena mezclada con un poco de agua y continúa revolviendo por unos minutos hasta que espese. Apaga y deja reposar. Este paso es opcional. Puedes saltártelo si ya tiene mermelada en la despensa.
Después de haber dejado la tarta un par de horas en la nevera es momento de montarla. Antes de quitar el molde pasa un cuchillo entre el borde y la tarta, para que nada se pegue. Desmolda y colócala sobre una rejilla. Después vierte tu topping por encima, dejando que caiga un poco por los lados. Puedes decorar con algunos trozos de fruta enteros.
Esta receta de tarta de queso sin lactosa no nos salió por arte de magia, sino que tuvimos que darle muchas vueltas hasta dar con el equilibrio perfecto entre salado, ácido y dulce. Y ahora que la hemos encontrado, la vamos anunciando al mundo, porque una joyita como esta hay que compartirla. Así que, si te animas a hacerla, lo único que no podemos garantizarte es que te dure mucho en la nevera, porque seguro que en casa acabaréis con ella en un santiamén.